Una Guía Esencial Para
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¿Qué es lo importante de la oración familiar? La oración en la familia es fundamental para el crecimiento espiritual. La oración es una forma muy personal de comunicación entre nosotros y Dios, nuestro Creador. ¡Pero también está diseñada para ser compartida con otros! La Biblia nos dice: “Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz” (Santiago 5:16, NVI).
La oración es una habilidad esencial y sus hijos la aprenderán de usted mientras la practican juntos. Nada podrá comunicarles mejor a sus hijos el porqué y el cómo de la oración que verle orar.
La oración fortalece las relaciones
La oración significa pasar tiempo con Dios, hablarle, y necesariamente, escucharle. Cuanto más tiempo pase con Dios, más crecerá su relación con Él.
Al orar con su familia, también está fortaleciendo su relación con ellos. Tal vez ore con ellos por algo que les preocupa o se una a ellos en alabanza a Dios por los buenos acontecimientos. Cualquiera que sea el caso, usted está pasando tiempo con ellos, compartiendo experiencias y apoyándolos.
Algunos niños pueden tener miedo de compartir sus luchas porque no quieren decepcionarlo. La oración eficaz, brinda la oportunidad de abrirse el uno al otro en un ambiente de amor y apoyo, en lugar de juicio. Al hacer esto, usted se transforma en algo más que un supervisor de su hijo; se convierte en su defensor. Y eso puede marcar la diferencia.
La oración fomenta la comunicación y la conciencia espiritual
Estas son algunas de las cosas que usted puede ver como resultado de una oración constante y efectiva con y por su familia:
Ore de forma inmediata
La idea es simple: cuando un miembro de la familia le pide que ore por él, no le diga que va a orar por él y luego se va. Ore por ellos en ese mismo momento. Asegúrese de hacer esto siempre que sea posible. Usted puede impactarlos en ese instante tomándose el tiempo para orar por ellos y mostrarles que realmente son importantes para usted.
Ore para mostrar amor
Orar con ellos en el momento, también puede ayudar a proveer el lenguaje de amor de su familia, ya sea contacto físico, palabras de afirmación u otra cosa. Si su hijo se acerca a usted con algo por lo que necesita oración, pase su brazo alrededor de él y comience a orar, modelando el amor que Dios tiene por nosotros. Enfatice el amor que Él nos tiene, agradeciendo que Dios desea que le llevemos nuestras preocupaciones y ansiedades (1 Pedro 5: 6-7).
Ore usando las palabras e ideas que ellos expresaron
Asegúrese de usar las palabras que su hijo usó al pedir oración, de esta forma sabrá que usted lo escucha activamente (“Querido Dios, oro para que ayudes a Alberto a perdonar a José por las cosas malas que dijo…”). Luego, pregúntele a su hijo si hay algo que le gustaría agregar a la oración. Después, abrácelo. ¡Es rápido pero poderoso!
Una vez más, se trata de ser un defensor de sus hijos. No solo les está diciendo que usted está de su parte, se los está demostrando al orar con y por ellos.
La oración es una habilidad esencial y sus hijos la aprenderán de usted mientras la practican juntos. Nada podrá comunicarles mejor a sus hijos el porqué y el cómo de la oración que verle orar.
La oración fortalece las relaciones
La oración significa pasar tiempo con Dios, hablarle, y necesariamente, escucharle. Cuanto más tiempo pase con Dios, más crecerá su relación con Él.
Al orar con su familia, también está fortaleciendo su relación con ellos. Tal vez ore con ellos por algo que les preocupa o se una a ellos en alabanza a Dios por los buenos acontecimientos. Cualquiera que sea el caso, usted está pasando tiempo con ellos, compartiendo experiencias y apoyándolos.
Algunos niños pueden tener miedo de compartir sus luchas porque no quieren decepcionarlo. La oración eficaz, brinda la oportunidad de abrirse el uno al otro en un ambiente de amor y apoyo, en lugar de juicio. Al hacer esto, usted se transforma en algo más que un supervisor de su hijo; se convierte en su defensor. Y eso puede marcar la diferencia.
La oración fomenta la comunicación y la conciencia espiritual
Estas son algunas de las cosas que usted puede ver como resultado de una oración constante y efectiva con y por su familia:
- Incrementa la confianza y la apertura para compartir luchas, miedos y más.
- Crecimiento espiritual familiar y oportunidades para que sus hijos se conecten con su propia fe.
- Una mayor probabilidad de que sus hijos aborden las situaciones desde una perspectiva espiritual.
Ore de forma inmediata
La idea es simple: cuando un miembro de la familia le pide que ore por él, no le diga que va a orar por él y luego se va. Ore por ellos en ese mismo momento. Asegúrese de hacer esto siempre que sea posible. Usted puede impactarlos en ese instante tomándose el tiempo para orar por ellos y mostrarles que realmente son importantes para usted.
Ore para mostrar amor
Orar con ellos en el momento, también puede ayudar a proveer el lenguaje de amor de su familia, ya sea contacto físico, palabras de afirmación u otra cosa. Si su hijo se acerca a usted con algo por lo que necesita oración, pase su brazo alrededor de él y comience a orar, modelando el amor que Dios tiene por nosotros. Enfatice el amor que Él nos tiene, agradeciendo que Dios desea que le llevemos nuestras preocupaciones y ansiedades (1 Pedro 5: 6-7).
Ore usando las palabras e ideas que ellos expresaron
Asegúrese de usar las palabras que su hijo usó al pedir oración, de esta forma sabrá que usted lo escucha activamente (“Querido Dios, oro para que ayudes a Alberto a perdonar a José por las cosas malas que dijo…”). Luego, pregúntele a su hijo si hay algo que le gustaría agregar a la oración. Después, abrácelo. ¡Es rápido pero poderoso!
Una vez más, se trata de ser un defensor de sus hijos. No solo les está diciendo que usted está de su parte, se los está demostrando al orar con y por ellos.
Oraciones del personal de Enfoque a la Familia Aquí hay algunas oraciones proporcionadas por el personal de Enfoque a la Familia para darle algunos ejemplos de cómo otros padres oran por sus hijos.
“Señor Dios, ahora que soy padre soltero de tres maravillosas niñas, te pido que nos guíes a ellas y a mí. Oro para que las tres se conviertan en mujeres espirituales y, a medida que atraviesan los problemas de esta vida, encuentren el camino de regreso a Ti. Y Señor, por favor, no les dejes experimentar todas las lecciones de la vida; deja que aprendan algunas”.
“Padre, por favor cuida de mi hijo (Rodrigo) en la universidad. Por favor protégelo de todo mal, acércalo a ti todos los días y ayúdalo a no ceder a la tentación. Oro para que sea una luz brillante para quienes lo rodean, especialmente para aquellos estudiantes y profesores que no te conocen. También te pido que escoja buenos amigos para él y permita que esta temporada de su vida esté llena de esperanza, alegría y paz, incluso en medio de estos tiempos difíciles que enfrentamos en este momento. Gracias por bendecirme y permitirme ser su mamá. Es mi mayor honor”.
“Señor, por favor protege a mis hijos y concédeme paciencia y bondad al criar a mis hijos de 3 y 6 años. Oro para que se conviertan en adultos que honren a Dios, que te respeten y confíen en Ti para todo. También oro por sus futuros cónyuges; a medida que crecen y maduran en este mundo loco en el que vivimos hoy”.
“Dios, te damos gracias por la familia con la que nos has bendecido. Danos la sabiduría y el conocimiento para entender el carácter de cada niño. Ayúdanos a amar a cada niño por igual y a no tener favoritos, y si vemos que el favoritismo está ahí, ayúdanos a ser honestos contigo sobre esto. Dios, por favor danos la sabiduría para criar a este niño / niños de tal forma que te teman. Ayúdanos como padres a amarte con todo nuestro corazón, mente, alma y fuerzas, y a ser un ejemplo. Que nuestros hijos puedan verte viviendo en y a través de nosotros. Dios, ayúdanos a no ser un obstáculo para nuestros hijos. Ayúdanos como esposo y esposa a ser siempre lo suficientemente humildes como para disculparnos el uno con el otro por cualquier ofensa. Además, ayúdanos como padres a predicar con el ejemplo y a no ser hipócritas. Deja que nuestros hijos vean Tu amor brillar a través de nosotros en todo lo que decimos y hacemos”.
“Señor, gracias por la increíble bendición y el privilegio de ser abuela. Estoy agradecida por la oportunidad de ser parte de la vida de mis hijos y nietos. Dame la humildad para permitir que mis hijos sean padres de sus hijos, la sabiduría para saber cuándo expresar mis preocupaciones, y si debo o no hacerlo, y la gracia para hacerme a un lado cuando sea necesario. Gracias por los momentos de tranquilidad que he tenido con los miembros de mi familia y las alegrías de los descubrimientos que veo a través de los ojos de mis nietos. Trae protección a mis hijos y a mis queridos y preciosos nietos, concede salud a los matrimonios que se desgastan en la crianza de los hijos y en alentarlos. Danos tiempo suficiente para que Nana y Abuelo los amen, danos la energía para seguir el ritmo de los miembros de la familia más jóvenes que nosotros; la perseverancia para ayudar a mi familia en momentos inesperados y difíciles; y la capacidad de celebrar las bendiciones con ellos. No me dejes olvidar nunca que me has pedido que cultive un legado de fe en mis hijos y nietos. Que pueda honrarte y glorificarte a ti a través del servicio que les presto a ellos. Con gratitud y gozo, y en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, ¡Amén!”.
“Padre Celestial, gracias por poner a un hijo Tuyo a mi cuidado. Es una bendición increíble tener la oportunidad de enseñar y aprender simultáneamente. Señor, hay momentos en los que me siento abrumada por el amor y la gratitud. Luego, hay momentos en los que me siento tan mal equipada para ser todo lo que mi hijo necesita. Por favor, ayúdame a buscar Tu sabiduría y consejo en esos momentos, Padre. Sé que Tú tienes las respuestas y la guía que busco, y sabes cómo desarrollar todos los dones que le diste a mi hijo. Ayúdame a ver en mi hijo lo que tú ves y ayúdame a ver la perspectiva de mi hijo claramente para ministrar a su corazón. Ayúdame a buscarte a Ti primero cuando me falte la respuesta. Dame paciencia y lléname de fe en los planes que tienes para mi hijo y para mí. Gracias por todo lo que Tú haces y todo lo que planeas para el futuro. Descanso en Tu fuerza, en el precioso nombre de Jesús, amén”.
“Señor Dios, ahora que soy padre soltero de tres maravillosas niñas, te pido que nos guíes a ellas y a mí. Oro para que las tres se conviertan en mujeres espirituales y, a medida que atraviesan los problemas de esta vida, encuentren el camino de regreso a Ti. Y Señor, por favor, no les dejes experimentar todas las lecciones de la vida; deja que aprendan algunas”.
“Padre, por favor cuida de mi hijo (Rodrigo) en la universidad. Por favor protégelo de todo mal, acércalo a ti todos los días y ayúdalo a no ceder a la tentación. Oro para que sea una luz brillante para quienes lo rodean, especialmente para aquellos estudiantes y profesores que no te conocen. También te pido que escoja buenos amigos para él y permita que esta temporada de su vida esté llena de esperanza, alegría y paz, incluso en medio de estos tiempos difíciles que enfrentamos en este momento. Gracias por bendecirme y permitirme ser su mamá. Es mi mayor honor”.
“Señor, por favor protege a mis hijos y concédeme paciencia y bondad al criar a mis hijos de 3 y 6 años. Oro para que se conviertan en adultos que honren a Dios, que te respeten y confíen en Ti para todo. También oro por sus futuros cónyuges; a medida que crecen y maduran en este mundo loco en el que vivimos hoy”.
“Dios, te damos gracias por la familia con la que nos has bendecido. Danos la sabiduría y el conocimiento para entender el carácter de cada niño. Ayúdanos a amar a cada niño por igual y a no tener favoritos, y si vemos que el favoritismo está ahí, ayúdanos a ser honestos contigo sobre esto. Dios, por favor danos la sabiduría para criar a este niño / niños de tal forma que te teman. Ayúdanos como padres a amarte con todo nuestro corazón, mente, alma y fuerzas, y a ser un ejemplo. Que nuestros hijos puedan verte viviendo en y a través de nosotros. Dios, ayúdanos a no ser un obstáculo para nuestros hijos. Ayúdanos como esposo y esposa a ser siempre lo suficientemente humildes como para disculparnos el uno con el otro por cualquier ofensa. Además, ayúdanos como padres a predicar con el ejemplo y a no ser hipócritas. Deja que nuestros hijos vean Tu amor brillar a través de nosotros en todo lo que decimos y hacemos”.
“Señor, gracias por la increíble bendición y el privilegio de ser abuela. Estoy agradecida por la oportunidad de ser parte de la vida de mis hijos y nietos. Dame la humildad para permitir que mis hijos sean padres de sus hijos, la sabiduría para saber cuándo expresar mis preocupaciones, y si debo o no hacerlo, y la gracia para hacerme a un lado cuando sea necesario. Gracias por los momentos de tranquilidad que he tenido con los miembros de mi familia y las alegrías de los descubrimientos que veo a través de los ojos de mis nietos. Trae protección a mis hijos y a mis queridos y preciosos nietos, concede salud a los matrimonios que se desgastan en la crianza de los hijos y en alentarlos. Danos tiempo suficiente para que Nana y Abuelo los amen, danos la energía para seguir el ritmo de los miembros de la familia más jóvenes que nosotros; la perseverancia para ayudar a mi familia en momentos inesperados y difíciles; y la capacidad de celebrar las bendiciones con ellos. No me dejes olvidar nunca que me has pedido que cultive un legado de fe en mis hijos y nietos. Que pueda honrarte y glorificarte a ti a través del servicio que les presto a ellos. Con gratitud y gozo, y en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, ¡Amén!”.
“Padre Celestial, gracias por poner a un hijo Tuyo a mi cuidado. Es una bendición increíble tener la oportunidad de enseñar y aprender simultáneamente. Señor, hay momentos en los que me siento abrumada por el amor y la gratitud. Luego, hay momentos en los que me siento tan mal equipada para ser todo lo que mi hijo necesita. Por favor, ayúdame a buscar Tu sabiduría y consejo en esos momentos, Padre. Sé que Tú tienes las respuestas y la guía que busco, y sabes cómo desarrollar todos los dones que le diste a mi hijo. Ayúdame a ver en mi hijo lo que tú ves y ayúdame a ver la perspectiva de mi hijo claramente para ministrar a su corazón. Ayúdame a buscarte a Ti primero cuando me falte la respuesta. Dame paciencia y lléname de fe en los planes que tienes para mi hijo y para mí. Gracias por todo lo que Tú haces y todo lo que planeas para el futuro. Descanso en Tu fuerza, en el precioso nombre de Jesús, amén”.
(Cortesía del ministerio "Enfoque a la Familia" - Escrito por Brett Eckelberry)
Ayude A Sus Hijos A Obedecer Las Reglas En Dos Hogares Diferentes
Imagine lo que sería ser abruptamente separado de una cultura luego de estar completamente inmerso en ella. ¿Es posible que nuestros hijos se sientan así cuando empiezan a vivir entre las reglas de dos hogares diferentes?
“Pero ¡mamá! En casa de papá no tengo que lavar los platos. No tengo que hacer nada porque Julia hace todo por nosotros”, dijo mi hija con la mano en la cadera.
“Está bien si así es como tu papá quiere dirigir su hogar, pero en nuestra casa todos debemos ayudar”, le contesté.
Esa es una conversación típica en la familia de un niño que fue dividida en dos hogares diferentes, cada uno con diferentes reglas y expectativas.
Imagine que está en un país aprendiendo de su lenguaje y cultura. Después de estar completamente inmerso, usted es separado abruptamente y llevado a otro país donde las normas y los valores son diferentes. Esto es lo que experimentan los hijos cuando van de un hogar a otro. Así como usted necesitaría tiempo para adaptarse, los hijos también lo necesitan.
Le comparto algunas formas que he encontrado útiles para ayudar a los hijos a adaptarse a las reglas de dos hogares diferentes:
Converse sobre las diferencias
Si es posible, converse con el padre de la otra casa, sin que sus hijos escuchen. Procure entender claramente qué es diferente para cada hijo en el otro hogar: las tareas en el hogar, la hora de la cama, las tareas de la escuela, la televisión, la vida social, la vida espiritual, los celulares y la disciplina. Aclare que sus intenciones no son controlar o ser intrusivo, sino entender las diferencias en cada familia para ayudar a sus hijos a ser exitosos en cada hogar.
“Pero ¡mamá! En casa de papá no tengo que lavar los platos. No tengo que hacer nada porque Julia hace todo por nosotros”, dijo mi hija con la mano en la cadera.
“Está bien si así es como tu papá quiere dirigir su hogar, pero en nuestra casa todos debemos ayudar”, le contesté.
Esa es una conversación típica en la familia de un niño que fue dividida en dos hogares diferentes, cada uno con diferentes reglas y expectativas.
Imagine que está en un país aprendiendo de su lenguaje y cultura. Después de estar completamente inmerso, usted es separado abruptamente y llevado a otro país donde las normas y los valores son diferentes. Esto es lo que experimentan los hijos cuando van de un hogar a otro. Así como usted necesitaría tiempo para adaptarse, los hijos también lo necesitan.
Le comparto algunas formas que he encontrado útiles para ayudar a los hijos a adaptarse a las reglas de dos hogares diferentes:
Converse sobre las diferencias
Si es posible, converse con el padre de la otra casa, sin que sus hijos escuchen. Procure entender claramente qué es diferente para cada hijo en el otro hogar: las tareas en el hogar, la hora de la cama, las tareas de la escuela, la televisión, la vida social, la vida espiritual, los celulares y la disciplina. Aclare que sus intenciones no son controlar o ser intrusivo, sino entender las diferencias en cada familia para ayudar a sus hijos a ser exitosos en cada hogar.
Aclare las expectativas
A menudo no resulta difícil descubrir qué pudo haber confundido a sus hijos una vez que ha entendido las diferencias entre los dos hogares. Aclare cualquier expectativa poco clara durante las reuniones familiares. Luego, puede dar a conocer las metas, un calendario de eventos y una lista de las tareas para que sus hijos tengan presente la información importante.
Manténgase positivo
Cuando los privilegios o deberes son muy diferentes entre los hogares, no hable negativamente del otro hogar. Puede ser necesario expresarles a sus hijos de forma neutral las diferencias, pero el enfoque más productivo es mantener un tono positivo.
Provea un tiempo de adaptación
Dar a sus hijos un período de transición de 24 horas les da tiempo para ajustarse antes de involucrarse en los ritmos únicos de su hogar.
Provea un mentor
Un adulto de confianza ajeno a la familia puede servir como soporte para sus hijos. Puede ser más fácil hablar de algunas preocupaciones con alguna persona externa objetiva que con un padre. Busque a un mentor que pueda pasar tiempo con sus hijos.
A menudo no resulta difícil descubrir qué pudo haber confundido a sus hijos una vez que ha entendido las diferencias entre los dos hogares. Aclare cualquier expectativa poco clara durante las reuniones familiares. Luego, puede dar a conocer las metas, un calendario de eventos y una lista de las tareas para que sus hijos tengan presente la información importante.
Manténgase positivo
Cuando los privilegios o deberes son muy diferentes entre los hogares, no hable negativamente del otro hogar. Puede ser necesario expresarles a sus hijos de forma neutral las diferencias, pero el enfoque más productivo es mantener un tono positivo.
Provea un tiempo de adaptación
Dar a sus hijos un período de transición de 24 horas les da tiempo para ajustarse antes de involucrarse en los ritmos únicos de su hogar.
Provea un mentor
Un adulto de confianza ajeno a la familia puede servir como soporte para sus hijos. Puede ser más fácil hablar de algunas preocupaciones con alguna persona externa objetiva que con un padre. Busque a un mentor que pueda pasar tiempo con sus hijos.
(Cortesía del ministerio escrito por Tammy Daughtry)